Nunca me senté
a componer, a esperar que algo maravilloso salga de mi mente porque si. No
existe tal cosa. Uno no se puede imaginar lo que no vivió.
Solo quien
conoce lo bello y lo oscuro puede pretender infiernos o paraísos.
Son miles
las noches de angustia, miles las lagrimas, miles los amores perdidos que no
son historias, sino sacrificios que forman parte de un pacto con la divinidad
donde se intercambian pedazos de vida por estrofas y el alma por un puñado de
estribillos.
Martín Avati.